. José Bono ha vuelto a abochornar hoy al país al nombrar a un general como nuevo director de la Guardia Civil. La medida supone retrotraernos 18 años en la lucha por la democracia. Tras la conquista de un director civil de la Guardia Civil (obsérvese el juego de palabras), aunque la desgracia quisiera que el primero fuera Luis Roldán, viene este patán a nombrar a un general, contra el que nada tengo, por cierto. Tras el lamentable espectáculo de su toma de posesión con invitados como Rafael, la constante invocación a Dios y a la fe cristiana, el nombramiento como director de los servicios secretos de un experto en medio ambiente y sus arengas populistas más dignas de otras épocas, ahora viene el remate. Este hombre acaba con Zapatero, que en cualquier caso, lo tiene merecido.