Aznar, presidente del PP. Mal asunto.

El nombramiento de Aznar como presidente de honor del PP, al margen de vulnerar una promesa hecha por el propio Aznar, es un mal síntoma para el partido. A Rajoy no le hace ningún bien porque, aún en el supuesto de que no suponga una especie de tutelaje por parte de su antecesor, da esa impresión, que a los efectos mediáticos es lo mismo. En un partido en el que hasta el octogenario y cavernario Fraga pinta algo gracias a su presidencia como fundador, no sería de extrañar que Aznar siga pintando bastante. Mal asunto. De todos modos Zapatero, que ayer se descojonaba de que el PP tuviera tres presidentes (no los tiene todavía pero los tendrá cuando se nombre presidente a Rajoy), haría bien en no reirse porque en su partido hay un presidente con mucho poder (Chaves) y otra persona que sin serlo tiene una influencia muy superior a la de Fraga en el PP (González) con lo que también se disputa el poder con varios.